Concepto de Oración

Concepto de Oración

La oración, contrario a la creencia de muchos, no cambia las cosas. En nuestra religión cristiana, quien ora cree que le está hablando a un Dios que todo lo puede, que todo lo conoce, que está presente en todo lugar al mismo tiempo, que es bondadoso y se compadece del dolor y sufrimiento humano. A cada segundo millones de seres humanos le piden, le suplican, esperando que les oiga y se compadezca de ellos.

Pero ahora les presento el siguiente desafío: piensen en los millones de niños inocentes en el mundo que diariamente mueren de hambre, desnutrición, todo tipo de enfermedades mortales como el cáncer, catástrofes naturales como son las inundaciones, los terremotos y actos de violencia física perpetrados contra ellos sin piedad por otros seres humanos, etc. ¿Acaso no hay diariamente otros millones de fieles orando a Dios para que proteja a sus familias del mal?

Desde que el ser humano existe, el dolor y el sufrimiento están siempre presentes en sus vidas. Unos sufren más que otros. En el pasado, la humanidad creía en dioses a los cuales adoraban e intentaban aplacar su enojo u obtener sus favores con distintos tipos de adoración, rituales y sacrificios. Pedían a sus dioses para resolver sus necesidades y problemas.

Las religiones monoteístas de hoy, a saber, las religiones abrahamicas, aquellas que reclaman a Abraham como padre: el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam, piden a su Dios por bendiciones y protección del mal y les adoran en diversas formas para agradarle. Tienen sus escritos sagrados en los cuales apoyan su fe. Todas piden a su Dios, alegando que es el verdadero.

Sin embargo, parece ser que el Dios de cada religión no escucha, o no quiere escuchar, o no le importa, o simplemente es incapaz de hacer lo que se le pide. El Dios de estas religiones no muestra ser un SER bondadoso, misericordioso, compasivo y todopoderoso

HAMBRE

La Organización para la alimentación y la agricultura de las Naciones Unidas (FAO) estima que, en los países en desarrollo, 840 millones de personas pasan hambre en el mundo y unos 200 millones de niños sufren malnutrición.”

“Cada año, casi 11 millones de menores de 5 años mueren como consecuencia directa o indirecta del hambre y la alimentación inadecuada o insuficiente. Millones de niños padecen enfermedades relacionadas con la falta de vitaminas y minerales, y con la contaminación de los alimentos y el agua.”

“La mundialización del hambre aparece como una realidad vinculada no sólo a la pobreza, sino también a otros factores como las guerras, los conflictos sociales, la deuda externa, la concentración de tierras, las prolongadas sequías en determinadas regiones y los desastres naturales.”

“Junto al hambre y a la seguridad alimentaria, igualmente se debe tener en cuenta la desnutrición. Según el informe de la FAO El estado mundial de la agricultura y la alimentación, de 1998, había más de 800 millones de personas desnutridas en el período 1994-96.”

El hambre mundial es un problema que afecta a muchos países y que también se le da referencia a uno de los peores problemas en el planeta.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) asegura que hoy en día hay 925 millones de personas desnutridas en el mundo.

Causas

Entre las principales causas del hambre, señala el citado organismo, están los desastres naturales, los conflictos de la pobreza, y la causa más desastrosa la falta de infraestructura agrícola y el sobre-explotación del medio ambiente. El alza de los precios de los alimentos en el mercado internacional ha sido la principal causa de este incremento, pero las causas que provocan el hambre son numerosas y complejas: políticas comerciales injustas, pobreza, falta de acceso a agua potable, desastres naturales, violencia y conflictos armados, o pandemias, son algunas de ellas. Existen programas que intentan combatir con este problema por lo que se encuentran asociaciones como el Programa Mundial de Alimentos, que es una organización bastante importante y con muchos miembros a lo largo de la faz de la tierra. Esta organización tiene como objetivos 5 puntos que son: salvar vidas y proteger los medios de subsistencia en emergencias, prevenir el hambre aguda e invertir en medidas de preparación para casos de catástrofe y de mitigación de sus efectos, reconstruir las comunidades y restablecer los medios de subsistencia después de un conflicto o una catástrofe o en situaciones de transición, reducir el hambre crónica y la desnutrición, fortalecer la capacidad de los países para reducir el hambre.

POBREZA

Unos 1.300 millones de personas viven en pobreza en el mundo, con menos de 1 dólar al dia. 1.020 millones pasan hambre, según establecen los datos de FAO.

En el mundo 836 millones de personas viven en pobreza extrema.

Alimentación. Se calcula que alrededor de 795 millones de personas sufrían de desnutrición crónica en 2014. Además, más de 90 millones de niños menores de cinco años tienen un peso peligrosamente bajo y una de cada cuatro personas pasa hambre en África.

Agua potable. La escasez de agua perjudica a más del 40 por ciento de la población del mundial, una cifra que va en aumento debido a los cambios climáticos. Se calcula que por lo menos una de cada cuatro personas se verá afectada por falta recurrente de agua para 2050.

Saneamiento adecuado. Todos los años más de 6 millones de niños mueren antes de cumplir cinco años y 16 mil fallecen a diario producto de enfermedades prevenibles, como el sarampión y la tuberculosis. También diariamente, cientos de mujeres fallecen durante el embarazo o durante el parto y en las regiones en desarrollo, mientras que sólo el 56 por ciento de los nacimientos en zonas rurales son asistidos por profesionales capacitados.

CONFLICTOS ARMADOS

En la actualidad son 22 los países que están en guerra, mientras que el número de niños-soldado que participa en ellas ronda los 300.000, según UNICEF. La mayoría son zonas con una fuerte división interna, aunque también existen varios conflictos internacionales.

La guerra es la forma de conflicto socio-político más grave entre dos o más grupos humanos. Es quizá la más antigua de las relaciones internacionales y ya en el comienzo de las civilizaciones se constata el enfrentamiento organizado de grupos humanos armados con el propósito de controlar recursos naturales o humanos.

Las guerras se producen por múltiples causas, entre las que suelen estar el mantenimiento o el cambio de relaciones de poder, dirimir disputas económicas, ideológicas, territoriales, etc.

Cuando el SER Jehová llamo a Abram dándole instrucciones de abandonar su tierra (Génesis 12:1) y prometerle que daría a su descendencia la tierra de Canaán (Génesis 12:7) estaba planeando la invasión de territorios ajenos mediante la fuerza armada. A consecuencia de esta postura belicosa, murieron incontables personas inocentes, entre ellas madres y niños. ¿Es este el SER a quien llamas Dios bondadoso y misericordioso? ¿A un SER de guerra y destrucción?

DESASTRES NATURALES

El término desastre natural hace referencia a las enormes pérdidas materiales y vidas humanas ocasionadas por eventos o fenómenos naturales como los terremotos, inundaciones, tsunamis, deslizamientos de tierras, deforestación, contaminación ambiental y otros.

Algunos desastres son causados por las actividades humanas. Algunos de estos tenemos: la contaminación del medio ambiente, la explotación errónea e irracional de los recursos naturales renovables como los bosques y el suelo no renovables como los minerales, la construcción de viviendas y edificaciones en zonas de alto riesgo.

ENFERMEDADES

El término enfermedad proviene del latín infirmitas, que significa literalmente «falto de firmeza». La definición de enfermedad según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la de “Alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y unos signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible”.

La salud y la enfermedad son parte integral de la vida del proceso biológico y de las interacciones medio ambientales y sociales. Generalmente, se entiende a la enfermedad como la pérdida de la salud, cuyo efecto negativo es consecuencia de una alteración estructural o funcional de un órgano a cualquier nivel.

Conclusión:

Millones de cristianos, musulmanes, judíos, budistas, hindúes, etc., oran y suplican ante su respectivo Dios, todos los días sin descanso, con fe inquebrantable, para que su Dios quite el dolor, el sufrimiento, la miseria y los males que aquejan a la humanidad. Pero de nada sirve. El mundo continúa en su lamentable estado desde el principio. Solo los avances de las ciencias y las tecnologías han aliviado la vida humana.

Los religiosos buscan en sus escrituras sagradas (que ellos mismos han inventado) miles de respuestas para sostener sus posturas de fe, y contradecir lo que la razón dicta y la realidad demuestra. El mismo San Pablo reconoció que la fe sin obras está muerta (Santiago 2:14, 20, 26).

Aunque la Biblia (libro humanamente redactado) esté repleto de citas que exaltan la utilidad y eficiencia de la oración, la realidad demuestra que LA ORACION NO CAMBIA LAS COSAS.

Por otro lado, no sabemos si el SER llamado Jehová continúa aún teniendo autoridad en este mundo, trayendo muerte y destrucción a los pueblos. Si no es así, a saber, que su autoridad le haya sido quitada, las consecuencias de sus actos pasados parecen perdurar hasta el presente. De lo contrario, continúa su agenda destructiva, disfrazado con otros nombres.

Es por esa razón que no podemos orar, lo que significa pedir, a un SER que no reconocemos como Dios, creador de todo lo que existe. Por otro lado, si el creador existe, pues aparte de la religión no lo sabemos, no puede ser imagen nuestra, como si nosotros fuéramos los únicos que poblamos el vasto universo. Nos hemos formado un Dios a nuestra imagen y semejanza. El adoctrinamiento religioso que hemos recibido nos insta, erróneamente, a que llamemos todo lo que no entendemos y desconocemos como obra de Dios.