El mundo no necesita de gobiernos basados en postulados religiosos. La religión pertenece a la práctica privada de los individuos aunque se asocien en grupos para apoyarse mutuamente. Todo gobierno de Estado debe ser secular e inclusivo donde la religión nunca debe de intervenir ni influir en ninguna decisión de carácter político. El concepto de separación de Religión y Estado es uno altamente noble y debiera ser establecido democráticamente por todos los pueblos del mundo.
Extractos de un Artículo escrito y publicado por Gary G. Kohl para Consortiumnews.com en enero 25, 2012 titulado “What Kind of Christianity Is This? Libremente traducido al Español por nuestro Departamento de Publicaciones. Contiene notas de nuestro editor.
VIOLENCIA EN EL CRISTIANISMO
“El Cristianismo ha justificado alguna de las matanzas más brutales de la historia humana, desde las guerras del antiguo Imperio Romano a las Cruzadas a la Inquisición a las guerras mundiales a los genocidios a los “paganos” Musulmanes y Judíos.” [Nota del Editor: musulmanes y judíos no son paganos. El autor se refiere a la percepción errada de la llamada Cristiandad violenta y homicida].
SECTAS RELIGIOSAS PRO-GUERRA
“En conjunto muchas sectas religiosas, tanto de religiones mayores como menores, a pesar de profesar verbalmente su deseo de paz y justicia en el mundo, son realmente pro-guerra, pro-homicidio y pro-violencia en práctica (o se mantienen en silencio sobre el asunto, lo cual, de acuerdo a la teología moral, es lo mismo que ser pro-violencia).”
“Ejemplos obvios incluye aquellas porciones de las tres principales religiones que justifican la guerra: el Islam fundamentalista, el Judaísmo fundamentalista y el Cristianismo fundamentalista”.
GENOCIDIO DE LAS CRUZADAS
“Es cierto que la Iglesia Católica ha endosado y orquestado el genocidio de las Cruzadas, la Inquisición y muchas guerras de colonización y explotación – con los orígenes de estas atrocidades en las interpretaciones fundamentalistas de la “santa” escritura.”
IGLESIA Y ESTADO ROMANO
“De hecho, para el 300 CE, [la religión cristiana] había crecido hasta convertirse en una de las religiones más grandes del imperio [Romano] al punto que el emperador Constantino (quien era adorador del dios Sol hasta su bautismo en la “fe” decidió por la iglesia parando las persecuciones y dándole poder, propiedad y prestigio, de esta manera seduciéndola en convertirse en obediente y en una iglesia del estado crecientemente más dependiente, cuyo amo fue el brutal satánico Imperio Romano y los generales de su armada.” [Nota del Editor: El nombre Satán, en las Escrituras Hebreas, significa “adversario” el cual puede ser aplicado a un ser humano. En este sentido, los brutales actos del emperador Constantino fueron actos satánicos].
“Eventualmente – y lógicamente – los líderes de la iglesia que ahora eran dependientes de las dadivas y protección del imperio se sentían obligados en apoyar [el imperio] y sus tropas, rendir homenaje al emperador y enviar sus hombres cristianos a defender violentamente las fronteras del imperio contra el señalado enemigo, o agrandar el imperio homicidamente si hacer esto era ganancia para Roma o su Estado Papal.”
IGLESIA Y ESTADO MODERNO
“Entre las realidades de mantener las iglesias en silencio, por supuesto, está el temor de perder la dadiva del status de excepción de impuestos otorgada por el estado y la amenaza de que sus miembros pro-guerra que pagan sus cuotas objeten o abandonen [la misma] si los líderes de la iglesia fueran a hablar proféticamente sobre las éticas del Sermón del Monte y la incompatibilidad del militarismo nacionalista con la vida y enseñanza de Jesús.”
JESUS Y SU SANTA IGLESIA
“Jesús definitivamente NO fue un conservador punitivo, pro-pena de muerte, pro-militarismo. Su poder no procedía de la espada sino del poder del amor.”
Jesús seguramente hubiera condenado la complicidad de su iglesia en la limpieza étnica de los Americanos Nativos, de la esclavitud de los negros Africanos y el segrecionismo, las políticas “apartheid” diseñadas por varias elites de la clase gobernante a fin de destruir las minorías étnicas y religiosas.”
“Y si el liderato de su iglesia hubiese sido encontrado culpable o simplemente cómplice de tales actos, especialmente genocidio, Jesús seguramente hubiese insistido en formar una comisión independiente de la verdad y la reconciliación para respetuosamente escuchar el testimonio de las víctimas, los sobrevivientes y los familiares de los sobrevivientes y permitido que éstas víctimas enfrentaran a sus victimarios. Y entonces Jesús hubiera insistido que su iglesia se arrepintiera de sus pecados, fueran éstos cometidos por ellos y sus antepasados.”
“Me parece que la iglesia Cristiana tiene que comenzar a enseñar lo que Jesús enseñó acerca de la violencia – que es prohibido para aquellos que desean seguirle – o nuestra llamada nación “Cristiana” no podrá parar el ciclo de guerra mortalmente suicida/homicida que están llevando a América a la bancarrota tanto moralmente como financieramente, durante décadas.”
CRISTIANDAD CONSTANTINA
“Esta clase de Cristiandad definitivamente merece condenación. Lo que ha sido criticado por los detractores de la Cristiandad como la norma de la Cristiandad no es la Cristiandad del Sermón del Monte de Jesús sino mas bien la aberrante “Cristiandad Constantina”, una religión que expone una teología anti-Crística punitiva que justifica el matar niños de Dios en nombre de aquél que lo prohibió hace 2,000 años.”
Los líderes de la Iglesia necesitan arrepentirse de su apoyo (o su silencio) por el terrorismo auspiciado por el estado de su nación y comenzar a actuar éticamente, si es que el Sermón del Monte importa.”
“La iglesia Cristiana en América TIENE que tomar el liderazgo en esto o esta destinada – tan destinada como lo estuvo la dominante Cristiandad Constantiniana de Alemania de la mitad del siglo 20, cuya teología de dominio, pro-militar, nacionalista, racista, xenofóbica, permitió la tortura, el genocidio y las dos guerras mundiales brutales que al fin resultaron en el suicidio de la Cristiandad Alemana, sin mencionar la completa destrucción de la nación por sus provocados enemigos.”
“Uno se pregunta ¿qué hubiera ocurrido si cada iglesia Alemana y Rusa y Americana hubiera sido una iglesia real de paz, según su fundador la visionó? La pregunta real es ¿aprenderemos las lecciones de la historia o ya es tarde?
Gary G. Kohl, MD, is a founding member of Every Church A Peace Church (www.ecapc.org) and is a member of a local non-denominational affiliate of ECAPC, the Community of the Third Way.
NOTAS DEL EDITOR
Me es repugnante escuchar a conocidos y celebres tele-evangelistas evangélicos de mega-iglesias en Estados Unidos exponer las sagradas escrituras ante una audiencia que les aclama como inspirados por Dios, cuando en sus mensajes no hablan de la misericordia, la tolerancia, el amor al prójimo, sino del castigo divino.
Me es repugnante cuando hablan del amor al prójimo y el amor a Dios pero apoyan las guerras causantes de muerte y desolación. Las innecesarias invasiones de Irak y Afganistán son las más recientes perpetradas por la democracia occidental. Muchos líderes de la iglesia Cristiana endosan tales invasiones sin importarles las vidas civiles e inocentes que mueren, lo que ahora se llama “daño colateral de la guerra.”
Me es repugnante cuando escucho tele-evangelistas apoyar las incursiones militares de fuerzas extranjeras contra el pueblo palestino y otros pueblos del mundo. No les importa la violencia, la limpieza étnica, el genocidio, la muerte de niños y ancianos, siempre en cuando es perpetrado en nombre de la libertad y la democracia.
Obviamente, una mayoría de las iglesias evangélicas llamadas “conservadoras” mantienen una actitud pro-militarista o se abstienen de hacer señalamientos contra la violencia, la tortura y las violaciones a los derechos según elaborados en la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y las Convenciones de Ginebra. Las iglesias consisten de gente, ciudadanos de un mundo que clama por la paz y la justicia.
El silencio de la iglesia ante la injusticia la hace cómplice.
Hoy dia, en nuestro siglo actual, se han levantado varios grupos religiosos no cristianos, con ideologías extremistas, que cometen horrendos crímenes en nombre de su Dios y su religión. La vida del ser humano es invaluable, y quitarla por motivaciones religiosas es el peor sacrilegio. Nada justifica un acto criminal con la perdida de la vida. Todos quienes obran de esta manera deben enfrentar la justicia humana. Es muy lamentable que detrás de varios grupos extremistas se escondan sectores con motivaciones políticas e intereses economicos cuyos fines es subvertir el orden social e imponer sus agendas mezquinas.