Comunicado Fundamental

Rechace toda iglesia, denominación, secta, religión o grupo religioso que pretenda imponer sus dogmas o creencias en usted. Sea libre de pensar y concluir por usted mismo, y de igual manera que cada cual piense y concluya conforme a su consciencia. El tratar de imponer dogmas y creencias religiosas sobre otras personas, no solo es propaganda, aunque se llame evangelización o cualquier otro nombre, sino también una forma de violencia sicológica.

La mayor contradicción de la mente humana es creer en un SER SUPREMO a quien llama Dios y al cual atribuye ser el creador y sustentador de todas las cosas y al quien le debe adoración. Razonar con alguien sobre todas las contradicciones que se derivan de la contradicción primaria equivale a razonar con una roca. “Mi verdad” es que no existe tal SER SUPREMO y “dicha verdad” tiene que ser descubierta individualmente por la mente pensante. 

Jehová no es Dios. Es IMPOSIBLE que lo sea debido a las evidencias internas de la misma Biblia, ni puede ser un “SER” supremo, tal como generalmente es concebido por aquellos que creen en su divinidad y que religiosamente se adhieren al falso dogma inculcado por los siglos de los siglos hasta el presente.

Jehová, aunque no es “Dios”, es el “dios” (dueño) de este mundo. Los profetas, reyes, y escritores bíblicos creyeron que Jehová era “Dios” y así ha sido hasta el presente.

YHVH conocido como Jehová originó la idea de un “ser” ficticio que llamó Satanás (adversario) conocido como Diablo, para esconder su verdadero rostro e intenciones malvadas, crueles, despiadadas, sanguinarias, destructoras y vengativas, engañando hasta hoy a la humanidad que le hace creer y le adora como el Dios del Universo. Jehová y el “ser” ficticio de Satanás es el mismo SER que odia la humanidad y se ha propuesto aniquilarla.

Las guerras, el terrorismo, el hambre, las enfermedades, las tragedias, los terremotos, los huracanes, las inundaciones, las sequias, etc., etc., son actos satánicos de Jehová en contra de la humanidad y no descansará en su afán de infligir muerte y destrucción.

La Biblia no es la palabra de “Dios.” el pentateuco describe a un Dios cruel, vengativo, destructor, racista y sediento de poder. Josué, quien sucedió a Moisés luego de su muerte, y el Rey David, varón conforme al corazón de “Dios”, fueron notables genocidas enviados por Jehová para exterminar pueblos enteros, invadidos sin misericordia para establecerse en una “tierra prometida.”

No creemos que el ser humano le deba sumisión a ninguna “deidad”, llámese el nombre que sea. El día que el hombre se desprenda de estas nociones, aunque reconozca que probablemente existan en el vasto universo “seres” tecnológicamente mucho más avanzados que él y que él, si no acaba destruyéndose a sí mismo, puede también llegar a dichos niveles de avance, los cuales nada tienen que ver con las nociones religiosas de “deidad” “alma” y “espíritu.”

Jehová ¿un SER malévolo? Nos parece que sí, con planes y nefastas intenciones desde el principio para originar guerras, calamidades, sembrar muerte, imponer sufrimientos y destrucción entre los seres humanos con el fin de destruirles al final. No busquemos otro adversario, llamado diablo, que sólo es un mito inventado para esconder la verdad.

Otra vez enfatizamos que la Biblia NO es La Palabra de Dios.

Entendemos que no hay nada en la Biblia, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, con caracter historico, que aún quede por cumplirse, pues no consideramos la Biblia como un libro profético, ni mucho menos como palabra inspirada de Dios, con sus muchas contradicciones e invenciones humanas. Los eventos descritos, principalmente en el Apocalipsis, envueltos en figuras y simbolismos, corresponden a eventos ocurridos o al punto de ocurrir en el tiempo en que fueron escritos, o tal vez retroactivamente, pues la fecha de su escritura parece indicar que se refieren a eventos ya pasados, al momento de narrarlos.

De manera que usted puede leer en la Biblia acontecimientos históricamente comprobados respecto a Israel y otras naciones, que fueron escritos después que ocurrieron, pero ignorantemente erra, como muchos hoy dia, en señalar algún verso o narrativo, como algo profético que ha de ocurrir.

Relato del Huerto del Eden 

El relato del Huerto del Edén con su Adán y Eva no puede ser tomado como un relato literal. Nunca hubo caída del hombre, más bien el hombre fue elevado al nivel de ELOHIM (Gn. 3:22). Nunca hubo pecado original para toda la humanidad, ni mucho menos transferido de generación en generación. Toda la Biblia, con su Apocalipsis, es una historia repleta de errores, plagios, y ficciones del remoto pasado, sin vigencia actual, y solamente útil como referencia.

En nuestra iglesia no aplicamos dogmas, y reconocemos que todo dogma religioso está en todo momento sujeto a ser anulado o modificado conforme a los nuevos hallazgos o descubrimientos de la historia y la ciencia. Nada debe ser escrito en piedra, como cosa permanente, pues todo el quehacer religioso es producto de las percepciones humanas que tenemos de la existencia, las cuales al ser desconocidas por nuestro intelecto, procedemos a inventar la religión y sus libros sagrados.

Ninguna religión escapa ésta realidad. Todas las religiones del mundo, antiguas y contemporáneas, pequeñas y grandes, están fundamentadas en nuestra ignorancia de las cosas. Intentamos mediante la religión darle a nuestra realidad un sentido, una explicación. Por eso, mientras más religiosos seamos, más ignorantes somos y cerrados intelectualmente a la verdad, aunque podemos encontrar algunas verdades en dicho quehacer.

Descartamos totalmente las interpretaciones futuristas respecto a la segunda venida de Cristo, sean literales o figuradas, entre ellas: rapto de la Iglesia, bodas del Cordero, Armagedón, gobierno mesiánico de mil años, juicio del gran trono blanco, Satanás amarrado por mil años, lago de fuego, cielo o paraíso, vida eterna, etc. No sabemos ciertamente, hasta éste momento, si Jesús existió y habló de su segunda venida, segun se afirma en los evangelios, y admitimos que no hay ninguna evidencia histórica de su existencia, fuera de los evangelios, de los cuales tenemos certeza que son fraudulentos. Si concluimos diferente a su existencia, a saber, que Jesús es un personaje ficticio, lo cual tiene posibilidad de ocurrir, entonces este estudio y toda la religión cristiana pierden su validez aun para nosotros mismos.

Anuncio del Segundo Advenimiento

La mayoría de las iglesias cristianas predican un advenimiento futuro de Cristo. Nosotros afirmamos (HASTA AHORA, Pues todo el relato bíblico de la divinidad de Jesús de Nazaret, a saber, el haber nacido de una virgen, concebido por el Espíritu Santo, hacedor de milagros, clavado en una cruz por nuestros pecados, resucitado y ascendido al cielo, son debatibles y carecen de fundamento). Jesús, de haber anunciado su muerte, resurreccion y regreso por segunda vez, hubiera regresado en la misma generacion de aquellos que le esperaban, durante el transcurso de los 40 años después de haber “ascendido al cielo.” Creemos que todo el libro del Apocalipsis de Juan es un libro del remoto pasado, sin ninguna vigencia para nuestro tiempo ni para ninguno de los tiempos por venir.

Las implicaciones escatológicas de este acontecimiento, de haber ocurrido en o antes del año 70 d.C., sumado a la destrucción de Jerusalén, serian enormes. Lo primero que significaria es que la Iglesia Cristiana ha estado predicando un falso evangelio de advenimiento.

Primero que nada, no podemos estar completamente seguros de la existencia de Jesus de Nazaret, ni de sus palabras y obras, tales como los supuestos milagros realizados. El “haber ascendido al cielo” pudo haber sido parte de las invenciones fabricadas de los autores de los evangelios para “divinizar” su persona, real o ficticia.

Citamos los evangelios del Nuevo Testamento y sus epístolas apostólicas con reservas, ya que entendemos que no necesariamente son legítimas y que palabras atribuidas a Jesús nunca fueron dichas por él,  ni obras y milagros supuestamente de Jesús tampoco fueron realizados por él.

¿Son Los Evangelios Fidedignos?

Expertos lingüistas y estudiosos han concluido que los evangelios  de Mateo, Marcos, Lucas y Juan no fueron escritos por los Apóstoles que llevan su nombre, discípulos de Jesús, sino por autores anónimos. No existe ningún original de ellos sino copias posteriores al siglo primero escritas en griego y no en el arameo que fue la lengua que habló Jesús. Además, se ha determinado que dichas copias sufrieron modificaciones e interpolaciones lo cual quita credibilidad y distorsionan la verdad de lo que haya sido escrito en los textos originales. Los arqueólogos no han podido demostrar que alguno de ellos haya sido escrito en Palestina, el lugar donde Jesús anduvo.

¿Son Las Epístolas de Pablo Fidedignas?

Respecto a las epístolas de Pablo se ha determinado que por lo menos la mitad de ellas no fueron escritas por él y datan por lo menos 20 años después de la muerte de Jesús, lo cual hace que las epístolas sean anteriores a los evangelios. En sus epístolas Pablo no narra datos históricos, obras de Jesús, ni sus dichos  y él mismo admite no haberlo conocido personalmente. Además de ello, presenta un Cristo muy diferente al que se describe en los cuatro evangelios. También el Apocalipsis de Juan presenta a un Cristo diferente, por lo que el gran reformador de la Iglesia, Martin Lutero, le restó importancia.

Evangelios Canónicos

Los evangelios canónicos se refieren a los cuatro libros del Nuevo Testamento – Mateo, Marcos, Lucas y Juan – que la Iglesia Católica, y también la protestante, ha admitido como los pilares de la fe cristiana. Entre ellos, ha llamado evangelios sinópticos a los tres primeros libros, por cuanto dan una sinopsis o “vista conjunta” de los dichos y obras de Jesús de Nazaret.

Papias,  padre apostólico, Obispo de Hierapolis, quien vivió entre los años 70-163 A.D escribió una exposición de los dichos de Jesús en cinco libros de la tradición oral cristiana. Dichos escritos fueron el origen de lo que luego fueron los evangelios canónicos. Cabe señalar que hoy día no existen ningún extracto de esos libros. Papias fue discípulo de Juan y murió en el año 163 A.D.

En la antigüedad existían un elevado número de evangelios, pero como señalamos anteriormente, la Iglesia determinó mucho mas adelante considerar cuatro de ellos como los canónicos. En nuestra opinión,  Ireneo de Lyon, quien vivió entre los años 130-202 A.C., quien fuera obispo de la ciudad de Lyon desde 189, y quien fuera discípulo de Policarpo (Obispo de Esmirna), a su vez discípulo de Juan, quien significativamente influyó para la aceptación canónica de los cuatro evangelios.

La Historia de la Iglesia es voluminosa y dudo que el mejor historiador sea capaz de sintetizar en par de volúmenes todo el quehacer histórico de la Iglesia hasta el presente. Sin embargo, es necesario observar ciertos hechos para darse uno cuenta que a pesar de tantos escritos se esconde tras ellos la mentira que por muchas generaciones han engañado a millones de feligreses y parece no tener fin. Algunos ejemplos bastarían para comenzar un despertamiento de muchos que viven como si estuvieran dormidos para no estar consciente de su engaño.

Contradicciones En Los Evangelios

En los Evangelios se narra la vida de Jesús y aquellas enseñanzas que dejó a sus discípulos y en las cuales se basan la mayoría de las creencias de la fe cristiana. Se asume que estos cuatro libros fueron escritos por los evangelistas MateoJuanLucas y Marcos.

Los evangelios apócrifos son, en cambio, otros libros sobre la figura de Jesús que nacieron en las primeras décadas del cristianismo pero que no fueron reconocidos ni aceptados por la Iglesia.

La teoria de las dos fuentes intenta explicar las similitudes existentes entre los evangelios de MarcosMateo y Juan. Sostiene que el de Marcos es el evangelio de mayor antigüedad y que sirvió como fuente para los de Lucas y Mateo. Además, ambos evangelistas utilizaron una segunda fuente conocida como Fuente Quelle (Q), que habría recogido los dichos de Cristo. El evangelio de Juan, por último, habría sido el último en ser redactado.

Dudas en torno a los evangelios

Existen muchas teorías en torno a la veracidad de los hechos narrados en los evangelios, algunas de ellas fundadas en las exageradas contradicciones que hay sobre un mismo eventos entre unos libros y otros. Muchas de estas inconsistencias tienen lugar en uno de los momentos fundamentales de la historia de Jesús: su muerte. A continuación, presentamos algunas de ellas.

* Una de ellas responde a la pregunta de si realmente Judas besó a Jesús. Mateo (26:48-50) afirma que sí, mientras que Juan (18:3-12) expresa que no fue posible ya que no se encontraban lo suficientemente cerca.

* Otra está relacionada con el momento en el que se rasgó el velo del templo; ¿fue antes o después de la muerte de Jesús? En Mateo 27:50-51 y Marcos 15:37-38 puede leerse que fue antes, contrario a lo que expresa en Lucas 23:45-46.

* Con respecto a lo que el centurión expresó cuando Jesús murió, en Lucas 23:47 se dice que sus palabras fueron “Verdaderamente este hombre era justo”, mientras que en Marcos 15:39 se lee “era el hijo de Dios”.

*¿subió Jesús al cielo el mismo día de su muerte? Según Lucas 23:43, el propio Jesús dijo al buen ladrón que ese mismo día estaría con él en el paraíso, mientras que en Juan 20:17 se niega, pues cuando Jesús se encontró con María Magdalena le dijo que aún no había ascendido, cuando habían pasado dos días de su muerte.

*En Marcos 1:2 se cita a Isaías diciendo respecto a la persona de Juan el Bautista:” Como está escrito en Isaías el profeta: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino. En realidad estas palabras corresponden a Malaquías 3:1 quien dijo: He aquí que yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis; y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros, he aquí que viene, dice Jehová de los ejércitos.*

*Lucas 18:35 nos habla de un ciego junto al camino cerca de Jericó que recibió la vista por obra de Jesús. Mateo 20:30 nos habla del mismo evento, pero en vez de un ciego son dos.*

*Mateo 27:28 nos habla que luego de desnudar a Jesús y colocarles una corona de espinas, le echaron encima un manto de escarlata. Juan 19:1-2 dice que luego que le pusieron una corona de espinas lo vistieron con un manto de púrpura.*

*Marcos 15:32 dice que los dos malhechores que también habían sido crucificados junto a él, le insultaban. Según Lucas 23:39-41 solo uno le injuriaba mas el otro le defendia.*

*Marcos 15:25 dice que su crucifixión fue a la hora tercera. Juan 19:14 dice que su crucifixión fue como a la hora sexta.*

*MATEO 27:5-6 Nos dice que Judas Iscariote arrojó las piezas de plata en el templo y se retiró, y fue y se ahorcó. En Hechos 1:18 se nos dice que adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se desparramaron.*

Por otro lado, cabe señalar que pese a que según las enseñanzas bíblicas los evangelios fueron escritos por algunos de los seguidores de Jesús, de acuerdo a lo que se desprende de las diversas investigaciones, se sabe que se trata de libros anónimos redactados en griego por personas instruidas. Se considera imposible que alguno de los discípulos, quienes pertenecían a una clase humilde, supiera leer o escribir, ya que esto estaba reservado para unos pocos integrantes de la alta sociedad. Ésta es posiblemente una de las principales mentiras que rodean la historia de los evangelios.

Las contradicciones continúan y la iglesia las excusa diciendo que como se trata de libros escritos por diversos autores es razonable que existan inconsistencias. Esta explicación puede tener cierta lógica; por el contrario, es difícil de entender que millones de personas basen sus existencias en torno a algo compuesto hace miles de años, que crean en las interpretaciones que la Iglesia ha hecho sobre los textos sin poner en duda ni una de sus palabras y que avalen el liderazgo de esta institución que no ha creado más que división y muerte en la historia de la humanidad.

¿Estás Seguro Que Jesús
Anunció Su Regreso?

La mayoría de las iglesias cristianas predican un advenimiento futuro de Cristo, pues el dijo: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mi mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” Juan. 14:2-3.

Dichas iglesias predican el “Rapto de la Iglesia” esperando que ocurra en cualquier momento, en un “abrir y cerrar de ojos” como dijo el Apóstol Pablo en 1 Co. 15:52. Enseñan que Cristo establecerá un gobierno de paz milenial en la tierra según Apocalipsis 20:4. Predican que habrá un Armagedon conforme a Apocalipsis 16:16 donde los espíritus de los demonios reúnen a los reyes de la tierra para la gran batalla. También enseñan que al final Satanás será lanzado al lago de fuego según Apocalipsis 20:10.

Lo primero que quiero indicar es que las iglesias que predican estas cosas tienen un problema. El problema es que están predicando como evento futuro lo que lo que los cristianos del primer siglo esperaban que ocurriera en el transcurso de sus vidas. Dicho evento nunca ocurrio, y con la información que hoy tenemos, nunca eso ocurrirá.

Segundo, que aún su supuesta resurrección está teñida de ciertas inconsistencias en los evangelios que arriesgan el ser tomadas como veraz. Veamos:

¿Resucitó?

Hubo un vacio de 40 años desde su supuesta resurrección que no se escribió nada sobe el asunto. Todo fue rumores, interpretaciones, o si hubo algún libro, está desaparecido. De las evangelios  no se tienen ningún extracto original sino copias que sufrieron modificaciones e interpolaciones que distorsionan lo que en verdad estaba escrito  en los textos originales.

Las epístolas de Pablo (que como hemos dichos la mitad no fueron escritas por el) datan por lo menos 20 años después de la muerte de Jesús de Nazaret.  De manera que las epístolas de Pablo son anteriores a los evangelios.

Siendo esto así, ¿Por qué las epístolas de Pablo no incluye las hazañas y dichos realizados por Jesús? Los expertos concluyen que la figura de Cristo presentada en sus epístolas no es el mismo Jesús de los evangelios.

Los exper coinciden que el cristianismo que conocemos hoy no fue una religión que se formó espontáneamente. Dicha religión se construyó a través de los siglos, incorporando detalles y conocimientos de otras sectas  e interpretando a Jesús de diferentes maneras. Finalmente se elaboró una religión cristiana unida al Estado Romano por motivos políticos.

INCONSISTENCIAS Y SIMILITUDES
ANTE LA TUMBA

MATEO 28:1-10

Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María la Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardias temblaron y se quedaron como muertos. Mas el ángel, dirigiéndose a las mujeres, les dijo: Dejad de temer vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde yacía el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí que va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí que os lo he dicho.  Entonces ellas, saliendo a toda prisa del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos,  he aquí que Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, se asieron a sus pies, y le adoraron. Entonces Jesús les dijo: No temáis ya; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán.

MARCOS 16:1

Pasado el sábado, María la Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé compraron especias aromáticas para ir a embalsamarle.

LUCAS 24:1-10

El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado; y algunas otras mujeres con ellas. Y hallaron que había sido retirada la piedra del sepulcro;  y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí que se pararon junto a ellasdos varones con vestiduras resplandecientes; y al llenarse ellas de miedo, y bajar el rostro a tierra, les dijeron ellos: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Recordad cómo os habló cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. Entonces ellas se acordaron de sus palabras, y volviendo del sepulcro, refirieron todas estas cosas a los once, y a todos los demás. Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles.

JUAN 20:1-10

El primer día de la semana, María Magdalena fue de madrugada, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto. Salieron, pues, Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro.  Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Y bajándose a mirar, vio los lienzos colocados en el suelo, pero no entró. Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos colocados en el suelo,  y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. Porque aún no habían entendido la Escritura, que era menester que él resucitase de los muertos. Y volvieron los discípulos a los suyos.

JUAN 20:11-18

Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro; y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido colocado. Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto. Dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús. Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré. Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Rabuní! (que quiere decir, Maestro). Jesús le dijo: Suéltame, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.

SU SUPUESTO REGRESO

La esperanza de su segunda venida o regreso parece estar basado en las siguientes palabras:

JUAN 17:11

“Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.”

JUAN 17:13

“Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo completo en sí mismos.”

JUAN 14:1-3 

“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, ya os lo hubiera dicho;voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me voy y os preparo lugar, vendré otra vez, y os tomaré conmigo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.”

JUAN 17:24

“Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.”

El Apocalipsis de Juan, Hechos, Santiago, y Pedro también recogen esta esperanza en sus escritos. Fijese en la expresiones “un poquito” y “notardará” “pronto.

Su Regreso Fue Esperado
Dentro De Su Generacion  

Todos los discípulos esperaban su venida en algún momento de sus vidas. Todas las epístolas reflejaban ese mismo sentir. Su venida sería “en breve” “pronto.”

He. 10:37. “Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará.”

Stg. 5:7-8. “Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y tardía. Tened vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.”

I P.4:7. “Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.”

Ap. 1:1. “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan.”

Ap. 1:3. “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.”

Ap. 3:11. “He aquí yo vengo pronto.”

Ap. 22:6. “Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado a su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”

Ap. 22:7. “¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.”

Ap. 22:10. “Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro,porque el tiempo está cerca.”

Ap. 22:12. “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.”

Ap. 22:20. “El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengoen breve.  Amén; si, ven, Señor Jesús.

MENSAJE FINAL

El Apocalipsis de Juan comienza  y termina diciendo estas palabras:

APOCALIPSIS 1:1-2

La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder en seguida; y la dio a entender enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que vio.

APOCALIPSIS 22:20-21

El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.  La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.

En este estudio no estoy específicamente afirmando o negando la persona de Jesús de Nazaret como persona real, histórica, con un mensaje único y distinto frente a la religiosidad y moral de su pueblo, en su tiempo, seguida por muchos, sobre quien se edificó, tal vez, una religión.

Tampoco pretendo insinuar que Jesús de Nazaret haya sido una figura ficticia, inventada, que haya cobrado vida “real” mediante la política del Estado Romano junto a las manipulaciones de su religión oficial llamada Iglesia Católica Romana y continuada por la Iglesia Reformada o protestante.

El Jesús “resucitado” no regresó en el tiempo esperado por todos sus discípulos. Hoy dia millones de creyentes le siguen esperando a pesar de que su “segunda venida” sería “pronto” “en breve.” Muchos han calculado la fecha de su “segunda venida” y han quedado en ridículo. Otros han justificado la “promesa de su venida” y continúan perpetuando una mentira. Lamentablemente, la religión cristiana ha venido a ser, a través de la historia hasta el presente, un mecanismo de control y manipulación de masas por la Iglesia organizada, e instrumento de intereses económicos.

Breve Crítica al Apocalipsis

Apocalipsis 1:4 identifica su autor simplemente como “Juan” lo cual era un nombre común en la Palestina del primer siglo de la Era Cristiana. En el 1:9 dice que se encontraba preso en la Isla de Patmos, una colonia penal del Imperio Romano.

Ireneo, al igual que otros padres de la iglesia, creyó que el libro de Apocalipsis fue escrito por el mismo Juan que escribió el Evangelio de Juan, y las epístolas 1,2, 3 de Juan, y que recibió dichas revelaciones al final del gobierno de Domiciano, a saber para el año 95 d.C.

Cabe notar que al recibir la revelación acerca de la Nueva Jerusalén, registrada en el Capitulo 21, describe una ciudad física, con muro y puertas, edificada con elementos materiales. Sin embargo, se niega en ella la existencia de un universo físico, pues no hay en ella sol ni luna. Las naciones de la tierra, según el verso 24, tampoco tendrán los astros sol y luna, pues la iluminación de la ciudad les llega. La descripción de la ciudad del Capítulo 21 está llena de simbolismos, los cuales se extienden al Capítulo 22 donde se habla de un río en medio de la calle de la ciudad y un árbol a los lados del rio que produce 12 frutos diferentes.

Otros padres de la iglesia, incluyendo Eusebio de Cesarea, negaron que el autor de Apocalipsis fuera el mismo de las Epístolas. Debe notarse también que el Cristo del Apocalipsis no es el “Jesús Personal” de los evangelios, el cual el Apóstol Pablo proclama de forma mística.

Estudiosos bíblicos han detectado muchas diferencias en el estilo, vocabulario y teología entre el Apocalipsis y el evangelio de Juan. Para Martin Lutero, los mensajes del Apocalipsis estaban en contradicción con el contenido del Evangelio de Juan y los evangelios sinópticos.

Si Juan el Apóstol, contemporáneo de Jesús hubiera escrito el Apocalipsis para el año 95 d.C., éste tendría cerca de 100 años, escribiendo desde un lugar tan inhóspito como la Isla de Patmos donde el promedio de vida era de 30 años.

El autor del Apocalipsis, quienquiera haya sido, anticipaba el fin del sistema mundial y un nuevo gobierno de paz establecido por Cristo. Dicho fin y dicho comienzo “sucedería pronto”  según reveladas por Cristo mismo en Ap. 1:1 y confirmadas por el mismo Cristo al final del libro en Ap. 22:20.

El autor estuvo equivocado y puso en palabras de Jesucristo su propio pensamiento.

Algunas porciones del texto parecen ser adaptadas de escritos judíos anteriores. Luego de mucha controversia sobre el autor, finalmente el libro fue aceptado como parte del canon, al ser atribuido al discípulo amado como su autor. De no ser así (que casi no lo logra), resultado de decisiones por votos de hombres falibles, la Biblia hoy no tuviera ningún Apocalipsis o uno diferente, pero no el de Juan.

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