¿Caída del Hombre?

Desde nuestra niñez la iglesia cristiana nos enseña el relato de Adán y Eva como nuestros primeros padres y su caída al comer de un fruto prohibido en el huerto del Edén, según relatado en Génesis capítulos 2 y 3.

El relato es tan conocido que no hace falta repetirlo. Sin embargo, aunque de ninguna manera puede ser tomado en forma literal sin caer en profundas interpretaciones absurdas (aunque hay muchos que así lo toman), el relato nos habla de una supuesta caída que en realidad no lo fue. La caída consistió en desobedecer el mandamiento del Creador de no comer del fruto del árbol de la ciencia del bien y el mal, ubicado en el centro del huerto.

Si este relato fuera literal (que no lo es), ¿Cómo se le ocurriría a un Dios omnisciente crear tal árbol, colocarlo en el mismo centro del huerto, ser atractivo a la vista de Adán y Eva, sugestivo a sus sentidos, y darles el mandamiento de ni siquiera tocarlo? Lo cierto es que esta prohibición no pudo, ni podía sostenerse dada la naturaleza humana de Adán y Eva.

Pero cuando Dios (ELOHIM=LOS PODEROSOS) crearon al Hombre, lo crearon a su imagen y semejanza. Vemos que Adán y Eva no tenían idea alguna del sentido moral. No podían distinguir entre el bien y el mal. De manera que sin este atributo, nunca serían una creación completa de la imagen y semejanza del creador. Para ser completos según la imagen y semejanza de Dios (ELOHIM), era necesario poseer un sentido moral que diferenciara entre el bien y el mal.

Cuando hubieron “comido” del fruto prohibido, sus ojos (entendimiento) fueron abiertos. Dios (ELOHIM) dijo: “He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal” Gn. 3:22.

El hombre llegó a ser completo, según fue el propósito de originar para crearlo. ¿Fue esto una caída? Ciertamente que no. El Hombre llegó a ser ascendido al nivel de Elohim.

Debo enfatizar que el uso de la palabra “Dios” es una traducción de la palabra “Elohim” la cual es plural y significa “los poderosos.” De manera que el hombre fue creado no por un “ser” sino por un “grupo de seres.”

Para el religioso común, el acto de creación es semejante al acto de un gran mago que tiene poderes en si mismo para hacer lo que desea. Por otro lado, el pensador critico e informado de hoy concluye que este acto creativo no es otro que un trabajo de ingeniería genética realizada por seres tecnológicamente avanzados que fueron llamados “Elohim” y considerados “Dioses.”

Es muy probable que el “Dios de los ejércitos de Israel” llamado YHVH alias Jehová haya sido uno del grupo de los “Elohim” especializado en las artes y estrategias de la guerra, semejante a los generales de hoy, pero con avanzada tecnología militar para destruir otros “dioses” y constituirse el “Dios – dueño” de este mundo.

En otros sumarios presento a este “ser” como destructor, vengativo, sanguinario, dictatorial, malévolo, genocida, etc.