Lago de Fuego: Una Postura Inaceptable

Según las Escrituras Hebreas [Antiguo Testamento], todos los que morían descendían al Seol. El Seol era una especie de caverna en las profundidades de la tierra. Para el rey Salomón, hijo de David, el Seol era un lugar de olvido. Para el, lo importante era vivir la vida presente y gozarla al máximo, antes de morir.

Ec. 9:2,5,10. “Todo acontece de la misma manera a todos; un mismo suceso ocurre al justo y al impío; al que sacrifica, y al que no sacrifica; como al bueno, así al que peca; al que jura, como al que teme el juramento.” “Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen mas paga; porque su memoria es puesta en olvido.” “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.”

Nm. 16:32-33. “Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes.” “Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron en medio de la congregación.”

La afirmación de Salomón de que en el Seol no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría parece contrastar con el relato de la adivina de Endor cuando Saúl le pide a ésta invocar el espíritu de Samuel, quien estaba muerto y se hallaba en el Seol.

1 S. 28:15. “Y Samuel dijo a Saúl: ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir? Y Saúl respondió: Estoy muy angustiado, pues los filisteos pelean contra mi, y Dios se ha apartado de mi, y no me responde más, ni por medio de profetas ni por sueños; por esto te he llamado, para que me declares lo que tengo que hacer.”

1 S. 28:19. “Y Jehová entregará a Israel también contigo en manos de los filisteos; y mañana estaréis conmigo, tú y tus hijos; y Jehová entregará también al ejército de Israel en mano de los filisteos.”

De manera que para Salomón, toda actividad con el mundo de los vivos cesa de parte de los que están en el Seol. Pero según el autor del libro de Samuel, los muertos del Seol están concientes de lo que ocurre en mundo de los vivos, si tomamos el caso de Samuel, Saúl y la adivina de Endor.

Job [de quien muchos dudan que haya existido como persona real] expresó que el Seol está descubierto delante de Jehová (Job 26:6). Su expresión concuerda con la del rey David quien dijo: ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tu estás.” (Sal. 139:7-8).

PARAÍSO VS INFIERNO

Según el relato acerca de Samuel y la adivina de Endor, Samuel estaba en el Seol, y él mismo se queja de haber sido inquietado por Saúl, quien lo hizo subir de donde estaba para consultarle. No estoy tomando ninguna posición sobre éste caso. No deseo motivar en este momento controversias sobre si al que Saúl consultó fue al verdadero difunto Samuel y tampoco si un ser viviente es capaz de invocar y comunicarse con el mundo de los muertos. Estoy simplemente argumentado la creencia de ese tiempo en particular sobre el Seol.

Nótese que Samuel advierte a Saúl que él junto a sus hijos estarán con él [Samuel] al día siguiente, pues morirían bajo el ataque de los filisteos. Evaluando éste relato, vemos que Samuel estaba consciente y tranquilo en el Seol. Esto contrasta con la situación presentada en Isaías 14:11 refiriéndose al rey de Babilonia: “Descendió al Seol tu soberbia, y el sonido de tus arpas; gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán.” Aquí vemos que aunque todos los difuntos descendían al Seol, unos estaban tranquilos y otros atormentados.

Según el concepto, el tormento era destinado a los impíos, a todos aquellos que habían obrado con maldad. Los buenos irían a reposar en el “seno de Abraham” también conocido como el “paraíso.”

No encontramos en el concepto original de Seol ningún tormento de fuego. ¿Cuándo se origina la idea de infierno con tormento de fuego? En la Versión Reina-Valera, Revisión 1960 de la Biblia, en ningun versículo del Antiguo Testamento [Escrituras Hebreas] aparece la palabra “infierno.” Siempre se usa la palabra Seol del hebreo Sheol, griego Hades.” De manera que la palabra “infierno” es consecuencia de la traducción al Latín del Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Antes de la traducción Latina, la Escritura Hebrea fue traducida al griego [Septuaginta o LXX] entre el 3er y 2ndo siglo a.C. Donde aparecía la palabra “Sheol” era traducida “Hades” [Strong’s Dictionary #86]. En la Vulgata Latina [4to siglo d.C, “Hades” es traducida “inferno” de donde nos viene la palabra “infierno” en Español.

El cuerpo de los difuntos, por supuesto, sufría corrupción, se desintegraban y volvían al polvo. De manera que lo que descendía al Seol o Hades eran sus almas.

Note que la versión Inglesa de mayor uso es la Versión del Rey Jaime [KJV] o “King James Version.” En dicha versión no aparece la palabra hebrea “Sheol.” Ha sido traducida “Hell.”

De manera que Hades y Sheol eran una misma realidad: lugar en las profundidades de la tierra donde descendían todos los difuntos, fueran buenos o malos, con la excepción que los buenos iban a una sección donde descansaban en el Seno de Abraham o Paraíso, mientras que los malos descendían más abajo a un lugar llamado Tártaro [Strong’s Dictionary #5020] para ser atormentados.

En el tiempo de Jesús, el Griego era el lenguaje de uso universal, no el Hebreo. El Nuevo Testamento fue escrito en Griego [Evangelios, Epístolas de Pablo y las demás cartas apostólicas].

GEHENNA E INFIERNO

El Gehenna, en el Valle de Hinnon, al sur de Jerusalén, era un basurero nauseabundo donde se quemaban los desperdicios de la ciudad. Se dice que siempre estaba ardiendo. Por supuesto, no podemos tomar la expresión “siempre” de forma literal debido a que cualquier basurero encendido cede ante la lluvia frecuente, y es dudoso que en dicha región nunca hubiese lluvia.

Mt. 18:8. “Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno.” [La palabra usada por Jesús fue GEHENNA].

 Mt. 18:9. “Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego.” [La palabra usada por Jesús fue GEHENNA].

Parábola de la cizaña (Mala hierba del campo)

Mt. 13: 41-42. “Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.” 

Los discípulos le pidieron a Jesús que les explicara la parábola de la cizaña del campo. Esta parábola se halla registrada en Mt. 13:24-30. El verso 30 termina diciendo: “Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los cegadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.”

Como puede verse claramente, el hombre de la parábola que sembró buena semilla en su campo es comparado al Hijo del Hombre y su Reino. Los segadores son los ángeles. La cizaña son los que hacen iniquidad. Lo que se acostumbraba hacer con la cizaña era quemarla en el fuego. Por eso, para poder seguir siendo consistente con la parábola, se hizo necesario expresar que los inicuos serían echados en el horno de fuego.

Jud. 1:7. “Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.” 

Sodoma y Gomorra y otras ciudades vecinas fueron efectivamente destruidas. Se dice que la mujer de Lot, al detenerse para mirar hacia atrás en su apresurada huída de Sodoma, quedó convertida en una estatua de sal. Los arqueólogos nos dicen que estas ciudades estaban construidas en terrenos conteniendo en sus profundidades grandes yacimientos de sal. Por otro lado los científicos nos dicen que la destrucción de éstas ciudades tuvo que ser con enormes explosiones capaces de lanzar al aire los yacimientos de sal. Por esa razón, al caer sobre la mujer de Lot, ésta quedó cubierta como si fuera una estatua de sal. En el caso parecido de Pompeya, destruida por la fuerte erupción de un volcán, los arqueólogos descubrieron cuerpos fosilizados por las cenizas, como si fueran estatuas.

Parábola de la fiesta de bodas.

Mateo 22:1-13 registra la parábola de la fiesta de bodas. Asistieron a ella lo mismo buenos y los malos quienes habían sido invitados.  En ésta parábola, los asistentes están dentro del Reino. Pero había allí uno que no había sido invitado. Dice el verso 13: “Entonces el rey dijo a los sirvientes: Átenlo de pies y manos, y échenlo afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y rechinar de dientes.” (NVI). 

Nótese que hay un contraste en las parábolas de la cizaña y la fiesta de bodas en lo que respecta al castigo de los implicados. En la primera parábola, los inicuos son echados en un horno de fuego donde es el lloro y crujir de dientes. En la segunda parábola sobre la fiesta de bodas, el asistente no invitado es echado a las tinieblas de afuera donde es el lloro y crujir de dientes. El contraste está en que ambos escenarios son incompatibles, pues en uno necesariamente hay lumbre a consecuencia del fuego, mientras que en el otro es tinieblas, y no hay fuego.

Parábola del hombre rico y Lázaro.

Lucas 16:19-30 registra la parábola del rico y el mendigo Lázaro. Nótese aquí también un contraste. Habíamos dicho que en el Seol el tormento no era de fuego. Encontramos que esta parábola tiene como escenario el Seol, pues se menciona al mendigo ir al lado de Abraham al momento de su muerte, y al rico, luego de sepultado, estar lejos de Abraham siendo atormentado en el Seol, traducido en la versión infierno. También se hace mención que Moisés y los profetas aún están vivos.

Lc. 16:23-24. “En el infierno, en medio de sus tormentos, el rico levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. Así que alzó la voz y lo llamó: Padre Abraham, ten compasión de mi y manda a Lázaro que moje la punta del dedo en agua y me refresque la lengua, porque estoy sufriendo mucho en éste fuego.” (NVI). 

¿DESDE CUÁNDO EL TORMENTO EN EL SEOL INCLUYÓ UN INFIERNO DE FUEGO?

INFIERNO VS LAGO DE FUEGO 

Ap. 20:10. “El diablo, que los había engañado, será arrojado al lago de fuego y azufre, donde también habrán sido arrojados la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” (NVI).

Ap. 20:13. “El mar devolvió sus muertos; la muerte y el infierno devolvieron los suyos; y cada uno fue juzgado según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros.” (NVI).

Ap. 20:14. “La muerte y el infierno fueron arrojados al lago de fuego. Este lago de fuego es la muerte segunda.” (NVI).

Ap. 20:15. “Aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era arrojado al lago de fuego.” (NVI).

El Seol es simplemente el “lugar” designado por la creencia religiosa hebrea para explicar la morada final del difunto. Es lógico que hubiera en él dos divisiones: una para los difuntos buenos y otra para los difuntos malos. Sin embargo, el hecho de que dicho lugar sea confirmado en la Biblia no significa que sea real, pues aún la Biblia es parte del quehacer religioso del pueblo, conteniendo sus creencias, leyes, rituales, ceremonias, etc.

No creemos en la existencia literal de un lago de fuego donde billones de seres humanos están siendo y estarán siendo atormentados sin fin. Si existiera tal lugar, su creador odiaria al hombre de tal manera para torturarlo sin fin.

El lago de fuego tiene su existencia simbólica lo mismo que las tinieblas de afuera. Todas las denominaciones y grupos religiosos continuarán haciendo conjeturas para buscar una explicación a lo que nunca entenderemos mientras vivamos en este mundo.

FIN